LOS PROCESOS MIGRATORIOS
Los procesos migratorios no siempre resultan sencillos. Desde una perspectiva socio-psicológica es imprescindible comprender la complejidad y dimensión que tiene para cualquier persona abandonar su país, su cultura, su modo de vida, sus amigos, su familia y todo lo que fue significativo. Entender la compleja trama de emociones y sentimientos que se movilizan durante dicho proceso tiene un valor esencial para poder saber cuáles son aquellos mecanismos necesarios que requieren las personas inmigrantes para ajustarse a la nueva sociedad. No se trata de una adaptación rápida, pues muchas veces esto va aparejado de un sentimiento de futilidad y de no sentirse vivo. El proceso que debe atravesar un inmigrante tiene como finalidad crear nuevos sentimientos de pertenencia, red social, tejer una vida que le resulte significativa como para sentirse vivo y feliz como lo era anteriormente.
Fomentar la diversidad y la coexistencia a través del conocimiento profundo de nuestras raíces humanas es fundamental para todos, en especial para los inmigrantes. En los tiempos de la diversidad y la globalización, se hace más necesario el respeto al otro y la tolerancia a lo diferente. Existe una tendencia a pensar que lo diferente es peligroso y la “zona de confort” nos hace buscar lo similar como forma de reconocer lo propio con el consiguiente sentimiento de seguridad que ello proporciona.
Aunque hay etapas comunes a todos los inmigrantes, también se deben atender a las particularidades de cada individuo. En primera instancia, el impacto del cambio de lenguaje y la dificultad tanto para hacerse entender como para comprender va a dificultar la comunicación. Las frustraciones van a ser importantes, y los códigos nuevos que la persona deberá aprender generarán estrés aculturativo.
El profesional tiene que comprender cuáles son las características de su personalidad y sus propios recursos y cómo éstos inciden o no en la superación del duelo cultural o del llamado Síndrome de Ulises. Las propuestas de intervención transculturales se deben orientar fundamentalmente a la reestructuración, reconceptualización de experiencias que anteriormente tenían un significado y que en el nuevo contexto han de ser comprendidas y asimiladas de otra manera, de acuerdo a la nueva realidad.
Características del duelo migratorio:
1.- Es un duelo parcial que vuelve con frecuencia .
2.- Es un duelo vinculado a aspectos infantiles muy enraizados.
3.- Es múltiple, hay varios a la vez.(la lengua, la familia, los amigos, la cultura, el trabajo, la vivienda, etc)
4.- Produce cambios en la identidad, el individuo ya no es el mismo.
5.- Como consecuencia es frecuente encontrar conductas regresivas.
6.- Activa mecanismos de defensa psicológicos y de errores en el procesamiento de la información.
7.- Conlleva sentimientos de ambivalencia.
8.- Es transgeneracional.
Existe una gran deshumanización al abordar las migraciones de hoy, ya que se presta muy poca atención a los sentimientos, a las vivencias de los protagonistas: los inmigrantes. Muchas veces por querer hacer una adaptación rápida, no se les acompaña en sus duelos, generando así una adaptación falsa, que obtura un proceso real con las subsiguientes consecuencias: un sentimiento de futilidad, de no sentirse real, y de anhedonia.
La intervención deberá ser fundamentalmente de tipo psicoeducativo y de contención emocional, pues no se trata de una patología sino de una adaptación a un medio distinto. En los casos en que se presente una depresión u otro tipo de sintomatología, se valorará al individuo para ofrecerle el tratamiento adecuado.