EL ESTRÉS, UNA CAUSA DE SUFRIMIENTO TANTO PARA ADULTOS COMO PARA NIÑOS
Parece que cuando hablamos de estrés nos referimos al mundo adulto, pero estoy viendo con más frecuencia el estrés en los niños. Cuando hablamos de estrés, nos referimos a que nuestro cerebro está codificando cierto estímulo como amenazante. Puede que sea una amenaza real o imaginaria, pero frente a ella, en el organismo se desencadenan una serie de respuestas fisiológicas que preparan al individuo para la lucha, la pelea o la huída.
Frente a una situación de estrés continuada, nuestro organismo no puede mantener la respuesta sólo con adrenalina y noradrenalina, debido a su corta duración. Entonces, tiene que recurrir a otra sustancia, una hormona de más lenta absorción que es capaz de mantener la activación que necesitamos durante más tiempo. Cuando el estrés se prolonga, se pone en funcionamiento el eje hipotalámico-hipofisiario(HHP) del sistema nervioso vegetativo.
El sistema nervioso vegetativo (SNV) es el conjunto de estructuras nerviosas que se encarga de regular el funcionamiento de los órganos internos y controla algunas de sus funciones de manera involuntaria. Ambos producen la liberación de hormonas, sustancias elaboradas en las glándulas que, transportadas a través de la sangre, excitan, inhiben o regulan la actividad de los órganos. Cuando el estrés es mantenido, tiran del sistema vegetativo con las siguientes consecuencias.
Esta respuesta fisiológica mantenida, provocará alteraciones físicas : dolores de cabeza, tensión y dolor en los músculos y el cuerpo, molestias en el pecho, fatiga frecuente, elevada temperatura corporal (febrícula), problemas estomacales (mala digestión, diarrea, estreñimiento), insomnio y pesadillas, sequedad en la boca y garganta. La persona llega a enfermar debido a la bajada de defensas, y en muchos casos aparecen enfermedades relacionadas con el sistema autoinmune.
Según Sonia Lupien, neurocientífica canadiense estudiosa del estrés durante 20 años, indica que hay cuatro situaciones a nivel psicológico que disparan el estrés, no tienen que cumplirse las cuatro, pero cuanto más se den, el estrés será mayor:
1.- La novedad, tiene que ser un estímulo nuevo.
2.- La impredicibilidad, que el individuo no pueda predecirlo.
3.- Sensación de no tener control sobre el estímulo.
4.- Tiene que representar una amenaza para nuestra personalidad o supervivencia.
NO NOS ESTRESAN LAS MISMAS SITUACIONES. Este es un punto muy importante. Por ejemplo, una persona dependiente económicamente, si tiene que afrontar una ruptura de pareja, le será muy estresante. Esto hará que sea un duelo especialmente difícil, no solamente por la pérdida de la relación, sino que a este hecho, se le añade la dificultad de salir al mundo externo y buscar una forma de ganarse la vida (experiencia probablemente evitada por una serie de temores).
En el caso de los niños, se produce un aumento de estrés debido a las separaciones/divorcios de los padres. No tanto por el hecho en sí, sino por las consecuencias subsiguientes que conlleva esta decisión. Un niño que está acostumbrado a estar en un entorno amparado y protegido por la relación de sus padres si pierde esta “burbuja de protección” donde se sentía seguro y tiene que empezar a lidiar con la vida de otra manera, es muy posible que hasta que desarrolle nuevas herramientas psíquicas, se sienta estresado.
Todos toleramos cierto grado de estrés, y también en cierta medida es bueno, nos activa a realizar proyectos, cumplir metas, etc. El problema surge cuando estos estresores son continuos, y el estrés se convierte en crónico. El individuo sin darse cuente se va adaptando a intensos y frecuentes factores estresantes en nuestro día a día, lo que provoca un tipo de respuesta que, derivan en problemas de salud física y psicológica si no ponemos en marcha las estrategias, técnicas y herramientas necesarias para hacerle frente.
Además, el estrés prolongado, puede provocar la aparición de otras consecuencias como la desmotivación o la despersonalización. El estrés prolongado quema a la persona y le causa fatiga emocional. En los niños es frecuente cuando padecen problemas de aprendizaje sin diagnosticar, que el aprendizaje les produzca un estrés enorme, desencadenando en desmotivación frente a los estudios.
TIPS PARA AFRONTAR EL ESTRÉS :
1.- Reconocer que estamos estrellados y averiguar qué nos está estresando. Si se trata de nuestro hijo, detectar lo que le está produciendo estrés le ayudará a poder enfrentarlo de otra manera. Negarlo, o minimizarlo sólo le harán sentirse aún más solo.
2.- Siempre tener un plan B. El contar con otro plan, nos dará un margen de tranquilidad.
3.- Intentar no asustarnos, hay muy pocas situaciones que sean irresolubles, pero a veces el árbol no nos deja ver el bosque.
4.- Aprender a vivir con otros códigos. Hemos estado criados con códigos de “permanencia”, “seguridad” y “control”, y ahora tenemos que aprender a vivir tranquilos con incertidumbres, no esperar permanencias y un relativo control sobre las cosas.
5.- Realizar la lectura adecuada de los hechos, muchas veces las situaciones que codificamos como amenazantes tienen más que ver experiencias vividas que han sido desagradables y amenazantes, donde nos hemos sentido muy pequeñitos, pero probablemente la realidad sea distinta. Por ejemplo: Una paciente se angustia porque piensa que la van a echar del trabajo, sin tener en cuenta que si justamente no tiene más ventas es por la propia fluctuaciones del mercado. Y sin pensar, que a lo mejor, es ella la que se va y busca algo mejor, ya que esto no le renta. (Pasa de una posición de sentirse poca cosa a la opuesta, es ella la que activamente decide marcharse)
6.-La actividad física es imprescindible para liberar el exceso de energía que genera el estrés a nivel fisiológico. Por eso, salir a correr puede ser una buena salida ( que no solución) al problema.
7.- Aunque, no todas las decisiones pueden ser consensuadas ni compartidas con los niños, aquellos grandes cambios que puedan afectar a su vida: mudanzas , cambio de colegio, divorcio, etc deben ser incluídos y sentir que han sido tomados en cuenta en torno a estas decisiones.
8.- En la actualidad, prácticas como el mindfulness están en auge, si bien ayudan a bajar los niveles de estrés, incluso en niños, cada vez están integrando esta técnica en los colegios, tampoco lo resuelven todo.