CUANDO EL CUERPO HABLA
LA PSICOSOMÁTICA
Platón afirmaba que un error extendido entre los hombres es el de querer emprender separadamente la curación del cuerpo y la del espíritu.
Muy por el contrario de lo que se cree, las personas cuando somatizan, no quieren llamar la atención, como en el caso de conflictos histéricos. Las enfermedades psicosomáticas, se producen, cuando es imposible comunicar verbalmente lo que tienen que decir. Es entonces, cuando su cuerpo habla por ellos. Es el lenguaje del cuerpo, con medios primitivos, expresa angustia o una situación que le resulta altamente peligrosa, de desamparo psíquico. Por ello, es muy importante diferenciarla de un conflicto “histérico”, ya que la respuesta por parte de los demás debe ser diametralmente opuesta.
En un persona, ¿se pueden dar los dos procesos? Es decir, ¿puede un mismo individuo tener síntomas psicosomáticos y al mismo tiempo síntomas histéricos? Sí, claro, en la misma persona puede que algunos conflictos tengan una raíz más histérica y otros sean del orden de lo psicosomático, es ahí donde incide parte de la dificultad.
Cuando se produce una enfermedad somática, hay que tener en cuenta su parte psicológica. Una persona puede enfermar sólo físicamente, pero en general, se evidencia su dependencia a los estados anímicos.
Básicamente, por enfermedades psicosomáticas se entienden las siguientes: asma bronquial, hipertensión esencial, artritis reumatoide, hipertiroidismo, rectocolitis hemorrágica, úlcera gastroduodenal y neurodermatosis, estableciendo los conflictos psicológicos (inconscientes) específicos de cada dolencia.
La disfunción aparece cuando las emociones no pueden expresarse normalmente y la energía permanece encerrada dentro del organismo de forma crónica. Lo que está comprometido es el sistema visceral neurovegetativo, fuera del control y no involucrada la voluntad de la persona.
Hay una sobrecarga de angustia que no puede ser elaborada ni organizada por la mente ya que la sobrepasa. Esta sobreexcitación es lo que produce la descarga en el cuerpo a través de síntomas somáticos.
Trastornos del sueño están muy vinculados a la función del cuidador principal, en ofrecer al niño una pantalla protectora contra los estímulos desbordantes que asaltan al niño, tanto desde fuera como piden ser ruidos muy fuertes, luces muy insidiosas, emociones que el niño no puede entender pero sí captar, o dentro de su cuerpo: cólicos, angustia, etc.
Este tipo de fenómenos somáticos, son mensajes que la mente envía al cuerpo cuándo se encuentra en peligro o amenaza, pero cuya representación es expulsada de la consciencia por intolerable en su intensidad de angustia o peligrosidad, este “cuantum” es lo que le hace “no pensable”, con lo que se queda sin tramitar psicológicamente, con la alteración en el cuerpo: insomnio. Los individuos que sufren insomnio muchas veces se han quedado atrapados en una “falsa autonomía” que les ha hecho sentir demasiado pronto que tenían que ser sus propios padres, dejándolos así con una frágililidad, por tener que responder a demandas cuando aún no estaban preparados. Al contrario de lo que muchos piensan, ocupar tempranamente funciones de adulto, no fortalece el desarrollo psicológico del niño. Sería así como si un pequeño tuviese que ingerir un filetazo con una copa de vino continuamente, lo haría si no tuviese otra cosa, pero esto afectaría negativamente en su aparato digestivo.
Por eso, cuando mucha gente “calla” la sobrecarga de angustia (u otra emoción) coge su cuerpo, lo compromete; decimos que no ha podido “armar el conflicto psíquico”. Aunque parece que la persona está en paz y normalidad, no es así. El conflicto todavía está sin armarse. Cuando la persona es capaz de articular su conflicto en términos psicológicos (hace algún síntoma, por ej: desarrolla una fobia a los aviones) decimos que el psiquismo de esta persona ya ha encontrado un camino, ha hecho síntoma, es un paso más evolucionado a nivel psicológico.
Recuerdo una paciente muy devota con su familia desarrolla una erupción tipo psoriasis en el pecho. No se trataba, como antes se creía, de un significado oculto, algo enigmático (eso sería un conflicto de corte histérico). Se trataba de emociones muy mezcladas y ambivalentes en relación con las personas más próximas, con las cuales mantenía una estrecha relación. Poner palabras a esas emociones, le hacían sentir mal, por albergar sentimientos negativos con personas muy queridas y no darse el derecho a sentirlas. Había estado educada bajo la consigna de que la familia era algo así como sagrado y uno debía sólo dar y recibir amor, todos los sentimientos negativos debían de ser reprimidos totalmente. Era como “una bomba” de explosión. Le resultaba muy doloroso admitir que había partes de sus hijos que rechazaba, era como que una “buena madre” debía gustarle todo de sus hijos.
Los individuos que desarrollan enfermedades psicosomáticas provienen de familias en las cuales la angustia ha estado colocada en el cuerpo, etc. En general, estos padres han enseñado a sus hijos a “desoir” sus emociones y a tirar para adelante, con lo que el niño aprende la lección.
Cuanto más amplia es la carencia afectiva durante la infancia, mayor tendrá que ser el arsenal intelectual y la moral para encauzar la vida, con el deterioro que esto conlleva ya que no son fuente de energía para el surgimiento de una afectividad humana. Surgirá una personalidad “robótica”, con mucha dificultad para expresar emociones y vivir la vida con entusiasmo, de una forma significativa.
En “las familias psicosomáticas”, tal como lo menciona Minuchin (terapeuta familiar que goza de prestigio Internacional), los individuos no tienen la posibilidad de diferenciarse, y de crecer. Si uno no es capaz de encontrar una forma propia, distinta de la de su familia de origen, no está realizando un crecimiento autónomo. Por eso es tan importante dejar a los adolescentes que nos “desidealicen” y que puedan buscar otras personas como “modelos a seguir”.
Algunos “TIPS” para prevenir LA PSICOSOMÁTICA….
1.- Es fundamental que el cuidador principal esté pendiente de las necesidades del bebé y no confundirlas con las propias.
2.- En momentos de angustia del bebé o la persona (en ese momento tiene la fragilidad de un bebé) transmitirle la sensación de que no está solo, de poder crear un vínculo que genere una sensación mayoritariamente de protección y de consuelo.
3.-Fomentar que haya desarrollo psíquico. Por esto me refiero a si a un niño le duele la tripa los domingos por la noche, estará relacionado con que los lunes es el día que le toca ir al colegio. Si unos padres se empeñan en sólo darle un placebo no estarán desarrollando pensamiento. Lo suyo sería : “¿es posible que haya algo en el colegio que te esté costando?, tú crees que … ofrecer distintas alternativas: ¿te cuesta salir del cobijo de tu casa?
4.- NUNCA: desestimar y decir: “no te pasa nada, te lo estás inventando, estás haciendo teatro”. Si de verdad se confunde con una conducta manipuladora, que es posible, lo suyo es indagar y si algo dramático no hacerle mucho caso.
5.- Muchas veces lo psicosomático tiene una raíz de “identidad” lo que supone que la persona si no es escuchado a través del síntoma puede desarrollar una enfermedad más fuerte por la necesidad de buscar una “identidad”, aunque sea la de enfermo.