LOS BEBÉS, ¿se pueden deprimir?
¿Cómo afecta la depresión del cuidador principal en la psique del bebé?.
¿Habéis observado como brillan los ojos de algunos bebés, mientras otros parecen llorar sin que le caigan lágrimas?.
Las investigaciones muestran que el bebé es sensible al estado mental de la futura madre y puede ser afectado por éste. Una mujer embarazada que está deprimida tendrá un embarazo de alto riesgo, con un bebé de menor peso que presentará retraso en el lenguaje, es lo que muestran las investigaciones. No se trata de cargar emocionalmente más a las mujeres, pues justamente uno de los motivos de la depresión es la sobrecarga que tienen con el embarazo, "lo que se les viene encima" y la poca ayuda que reciben por parte de sus parejas y del entorno en general.
Investigaciones recientes arrojan unos datos llamativos. El Journal of Psychiatric Neuroscience (2013) indica una relación significativa entre la depresión materna y la microestructura de la amígdala cerebral de los neonatos. Quiere decir que, a través de resonancias magnéticas han podido detectar cambios en la amígdala cerebral (que es la encargada de regular los afectos) de los bebés de las madres deprimidas. A su vez, estos cambios repercuten negativamente en los lazos afectivos que este bebé pueda establecer con los demás.
Si nos detenemos un momento a pensarlo no es tan difícil de imaginar. Una persona con depresión está "ensimismada" lo que se le fue es el deseo "el motor" que la impulsa a querer interactuar, realizar proyectos y engancharse en actividades placenteras. Todo esto tiene como repercusión la falta de movimiento y la falta de deseo y de buscar el intercambio afectivo. El bebé que está del otro lado lo que recibe es "una falta de estímulo", la otra persona está en presencia física pero falta lo más importante la disponibilidad psíquica y el deseo que convierta los cuidados que requieren todos los bebés en un juego divertido entre los dos.
La forma en que le cogemos, en que le cambiamos los pañales, en que le alimentamos, puede estar acompañada de alegría, vitalidad y diversión o puede estar realizada desde el simple "automatismo" como si fuesen tareas desprovistas de afecto y esto es lo que daña.
El ambiente en que se desarrolla el bebé afecta de forma significativa el funcionamiento del cerebro, especialmente cuando hablamos de las primeras etapas de crecimiento.
Un 80% de madres que sufren depresión no están recibiendo tratamiento en parte porque son los propios profesionales los que no diagnostican.
¿COMO AYUDAR?
1_Nunca y bajo ningún concepto se debe hablar a la madre en tono de "acusación" o "reproche", siempre en tono de ayuda, pues ella ya tiene suficiente reproche con el suyo interno.
2-Hacerse con una buena "red de apoyo". Personas que puedan colaborar con cualquier tipo de necesidad, tanto bajar a la farmacia, como mantener compañía física o que presten apoyo emocional.
3-Dejar fuera los compromisos con personas, consumen energía que la madre necesita guardar.
4-Muy recomendable que el padre pueda volver antes del trabajo y que la mujer se sienta apoyada en este nuevo proyecto, pues es un proyecto de los dos.
5- Tiempo para recuperarse.Curiosamente, en otras culturas, en el archipiélago de Goto, se permite a la madre que se recupere lentamente del posparto,no se espera de ella que haga absolutamente nada más que estar tumbada y alimentar a su bebé. Son las otras mujeres las que durante 1 mes se hacen cargo de las tareas.
6-Proponer distintas alternativas para que el bebé pueda cuidarlo otra persona, les vendrá bien a los dos. Precaución con los cuidados de familiares, pues algunas veces entran en rivalidad, ofreciendo su ayuda cuando lo que de verdad quieren es demostrar "sus habilidades y lo mal que lo hace la mamá".
7-Engancharse con actividades que le resulten placenteras o divertidas fuera de la maternidad. Que pueda sentir que ser buena madre no está reñido con tener intereses y deseos fuera del ámbito de la maternidad.