Algunos grandes empresarios muestran un funcionamiento mental óptimo
“Cuando encaramos los problemas, desaparecen”
Frase del multimillonario Carlos Slim, quien superó al inversor americano Warren Buffet como el segundo hombre más rico del mundo, con una fortuna valorada en 53.1 mil millones de dólares, comparados con los 52.4 de Buffet.
Es curioso, esta frase nos habla de la importancia de no negar los problemas. Esconder la cabeza bajo el ala como el avestruz, no es lo suyo. Los problemas no se solucionan si no los encaramos adecuadamente. Muchas veces las personas por miedo u otros motivos negamos los problemas emocionales, pensando que si no los mencionamos se irán solos o se desvanecerán.
Los problemas no desaparecen por magia, se resuelven afrontándolos. Ya nos hablaba Freud en 1925 sobre el mecanismo de negación, cuando algo nos sobrepasa para poder pensar en ello, preferimos hacer oídos sordos, ojos ciegos y seguir sin atenderlos. Esta forma evitativa hace que vayan creciendo y cuando nos queremos dar cuenta el problema ha crecido de forma exponencial y ahí es cuando acudimos al profesional para el rescate.
Es posible que uno de los mecanismos más primitivos de la mente humana, sea la negación, lo que a corto plazo nos libera (aparentemete) es lo que a largo plazo nos lleva a problemones. A veces si nos detenemos a ver nuestro funcionamiento, nos daremos cuenta que tenemos más conductas evitativas y negadoras de las que serían deseables.
Un individuo que acude a consulta con el problema consciente y admitido tiene una parte importante de su trabajo hecho. Algunos padres cuando acuden con su hijo, no le comunican su problema por miedo a que el niño se traumatice. Por supuesto que habrá que tener sentido común para determinar qué cosas se pueden comunicar y de qué forma hacerlo. Pero una buena parte es tomar consciencia del problema, dandole la dimensión adecuada para poder buscar las soluciones acertadas.
La mente trabaja de distintas formas para evitar el sufrimiento psíquico.
Podemos desplazar el problema hacia otros problemas más tolerables y asumibles, por ejemplo: en algunas fobias, a los aviones se desplazan cuestiones de otro tipo que son más difíciles de abordar y evitar. Los miedos a animales, muchas veces son desplazamientos. El caso de un niño con fobia tremenda a los perros, nos muestra cómo le resultaba mucho más fácil evitar los perros que enfrentarse a sus temas de rivalidad con su padre (conflicto real), sólo abordando este conflicto se solucionó su fobias. Con esto no quiero decir que todas las fobias sean así, por eso es importante determinar de dónde vienen y cómo se han ido configurando para darle una solución eficaz.
Otros opciones de la mente, aunque mucho más primitiva es la proyección, consiste en no hacerme cargo de características mías que no me agradan y entonces proyectarlas en el otro, es decir verlas en el otro. De esta forma me libero momentáneamente de ese rasgo mío que no me gusta, pero al mismo tiempo tiene un coste: mi YO se resiente, se debilita, ya que este rasgo no queda integrado en mi personalidad. Para tener un YO medianamente fuerte, debemos integrar nuestros rasgos buenos y deseables con los no tan deseables, forman parte de nosotros aunque no nos gusten.
Bueno la mente es compleja y puede seguir haciendo cosas aún más complejas, como por ejemplo: la identificación proyectiva, ya no solamente estamos hablando de proyectar en el otro, sino de forzar la mente del otro que debe asumir esa proyección, el individuo se adhiere a la otra persona como si fuese una extensión, pierde su subjetividad. Esto puede llevar a cuadros inquietantes. Un ejemplo nos ayudará a entenderlo: Una mujer que niega su rivalidad y envidia hacia otras mujeres, proyecta estos sentimientos en otra haciéndola sentir envidia siempre a los demás. De esta forma ella se garantiza de no tener jamás este sentimiento. Si tiene colocado ese rasgo que considera inapropiado en los demás y lo acota ahí es una forma de liberarse de sus propios sentimientos envidiosos, endosándoselos a otros; que a su vez por identificación o sometimiento a la otra persona asumen ese rol.
La idealización, cuando una persona nos habla maravillas de otro individuo, negando sus partes menos deseables estamos frente a una idealización. Es posible encontrarlos en momentos o funcionamientos en los que el individuo necesite sostener que existen personas omnipotentes. Un caso de una adolescente, estaba tan asustada frente a la vida que no podía desidealizar a su madre, pues sosteniendo a esa madre omnipotente y aferrándose a ella se sentía protegida y menos asustada. Aunque esto la colocase a ella en un posicionamiento más infantil, estaba pagando un coste importante al sostener esta idealización.
Podríamos hablar de muchos otros mecanismos que utilizamos, algunos de un individuos emocionalmente más maduros como son: La represión, La formación reactiva, la sublimación y la reparación, el desplazamiento, la intelectualización, la renuncia altruista, y otros más.
Los mecanismos de defensa más inmaduros son: La identificación proyectiva, La escisión, la Idealización, La anulación, El control omnipotente, La proyección, La regresión, El Aislamiento y Transformación en todo lo contrario.
Iré describiéndolos con detenimiento a medida que vaya desarrollando otros temas de interés, para ilustrarlos con ejemplos.