AUTOESTIMA
8 TIPS PARA SANEAR LA AUTOESTIMA
Se habla mucho de la autoestima, su importancia, chistes….tener un “buen ego”, pero de verdad, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de tener una buena autoestima?
De verdad funcionan lo que algunas libros de autoayuda indican: “mírese al espejo diez veces al día y repita, qué valioso soy, cuánto me quiero”. No es por decepcionar a nadie, pero aunque pinche el globo a más de uno mi consejo es que se lo AHORREN.
La autoestima es el concepto de valía personal que cada uno tenemos sobre nosotros mismos, el cual viene determinado por lo que los demás (personas significativas) nos han devuelto de pequeños con sus miradas, sus comentarios, su forma de hablarnos, de escucharnos y lo que hemos sentido que se han preocupado por nuestra persona. Deben haberte reconocido como persona separada, con deseos y necesidades propias, diferenciadas de las de ese padre, madre o cuidador.
En la medición de la autoestima (muchas veces la realizamos inconscientemente), una parte de nosotros mismos se desdobla y y se erige en ser la función que observa a nuestro yo y desde ahí realiza una valoración del sí mismo, función anteriormente ejercida por los cuidadores principales.
La representación del sí mismo, cuánto uno se quiere y se valora, va a depender en gran medida de lo que la persona admire o tenga como “ideal” y en que medida sienta que se acerca a ello.
AQUÍ VAN LOS TIPS:
1- Preguntarnos a nosotros mismos, a quién admiramos y averiguar sobre características que tenemos altamente valoradas de esas personas.
2.- Cuestionar si son razonables, “alcanzables” o si responden a nivel de exigencia muy elevado buscando un grado de “excelencia”.
3.— En qué medida nos acercamos o nos alejamos de ellas. Si son muy elevadas, entonces se trataría de bajarlas.
4- Qué hacemos para conseguirlas.
5.- Existe algún tipo de “boycott” o ¿es sencillamente falta de voluntad?. Examinar esta cuestión a fondo. Muchas veces detrás de una aparente falta de voluntad se esconden temas de lealtades inconscientes.
6.- Cambiar los pensamientos negativos a positivos no nos va a ayudar mucho. Pasar de pensar “No hables” a “Tengo cosas interesantes que contar”, sin realizar un análisis minucioso de quién me lo hacía sentir, en qué situaciones y por qué motivos, será solo un parche que “se esfumará” muy de prisa. Aconsejo el cuestionamiento.
7.- Fijarnos en nuestras relaciones actuales si repetimos patrones antiguos de relaciones. Por ejemplo, si nos han hecho sentir “poco importantes” en nuestra familia, observar si volvemos a implicarnos en interacciones donde repitamos este patrón y como consecuencia nos baje la autoestima.
8.- Observar si nuestro tono de voz y nuestra postura corporal es la adecuada, muchas veces una persona con una autoestima baja habla con un tono de voz monótono, cabizbajo y convencido de que no puede aportar nada interesante, con lo que termina finalmente cumpliendo su profecía: NADIE LE HACE CASO. Cómo diría Woody Allen: “Se dedicó sistemáticamente a fracasar y tuvo éxito”.