EL INDIVIDUALISMO FEROZ
Entiendo el gran avance que ha sido especialmente para la mujer desarrollarse como persona, individuo con proyecto propio a pesar de ser madre y mujer, entenderlo como un proceso que no va reñido con la constitución de la familia ha sido un reto. Pero cada vez llama más la atención el individualismo atroz que se está dando en la sociedad actual. Y me pregunto: ¿a qué tipo tipo de relaciones nos vamos dejando llevar?. Las no relaciones, cada vez más vacías, más utilitarias, menos auténticas, en fin “antirelaciones”.
Cada vez se reniega más las necesidades afectivas y nos encontramos frente a más patología emocional, ¿a cuánto va a llegar le necedad humana?
El reportaje escalofriante de “El Imperio de los sin Sexo: Japón” disponible en youtube es terrorífico, denuncia los siguientes datos: el 1% del producto bruto del país está configurado por la industria del sexo: muñecas cada vez más sofisticadas y con una textura más parecida a la humana, cabinas de box donde hombres acuden después del trabajo para masturbarse en solitario, un sin fin de “artilugios” para satisfacer la adicción al sexo mecánico. Y lo llamativo es que donde más industria de sexo hay es donde las parejas no mantienen relaciones sexuales entre si. La estadística apunta a que un 60% a un 70% de parejas a partir de los 40 años no mantienen relaciones sexuales. Las casas de cita desaparecen, no desaparece el sexo, lo que desaparece es la relación.
No menos llamativa, la compañía Japonesa que alquilan por horas hijos, esposas y nietos. Por 250 euros podemos disfrutar de una hora con un supuesto nieto de alquiler entrenado para que tenga una mirada franca de alegría al vernos! ¡Qué locura!
¿Cómo se llega a esto? Por lo menos se me ocurre que estemos atentos mucho antes.
Algunas preguntas nos ayudarán mucho antes a detectar si estamos fomentando demasiado el individualismo.
1.- Cuándo tenemos problemas, ¿somos capaces de buscar el apoyo y consuelo en personas queridas?
2.- Si estamos con un proyecto importante pero a alguien cercano le sucede algo, somos capaces de retrasarlo, postergarlo, sustituirlo, que otra persona lo realice, en función de esa relación.
3.- Dedicamos tiempo a otras intereses que no sean trabajo, relación con los hijos, amigos, pareja, padres.
4.- Cuando un hijo nos pide jugar, nos resulta “pesado”, tenemos disponibilidad para disfrutar de ese momento juntos o nos resulta una “perdida de tiempo” y jugamos para “sacárnoslo de encima” deseando que ese rato se acabe cuanto antes?.
5.- Y con la pareja, ¿Hay momentos de disfrute, pasarlo bien con la compañía del otro sin una finalidad o la relación se ha convertido en un manojo de responsabilidades a compartir?
6.- Con los propios padres, ¿hay consideración hacia los mayores, ternura, energía disponible para dedicarles, interés por su bienestar? ¿Se los integra a actividades familiares?(Descontando relaciones de alto nivel de conflicto).
7.- En las relaciones hay cierto placer en la búsqueda de la intimidad con otras personas, se busca un acercamiento, o te da miedo, lo evitas y prefieres quedarte solo (justificando tu actitud)?
8.- Cuando un colega profesional te pregunta algo, ¿le contestas con generosidad o rápidamente se te ocurre como esto puede repercutir en tu quehacer profesional?
9.- ¿Hay disponibilidad en la familia de hablar ciertos temas incómodos con apertura?
10.- ¿Hay mucha presión en los hijos por conseguir éxito o se da importancia a otros aspectos de la persona?